23 de Junio 2021 El Fallo de la Corte de la Haya privó a Perú de una importante área marítima de su Territorio. La Constitución denomina TERRITORIO al conjunto formado por 'Suelo, Subsuelo, Dominio Marítimo y Espacio Aéreo que los cubre'. Por muchos años, los responsables de la Defensa y aquellos que representaron a Perú en La Haya buscaron justificar errores, inacción, ineficiencia e ignorancia negando el hecho evidente que el 'Dominio Marítimo' de la Constitución ES TERRITORIO pues es parte de EL. Esos responsables de Defensa y Relaciones Exteriores fueron embaucados por equivalentes de otra nación y facilitaron a la Corte la dación de un Fallo Parcial. El Estudio de Estado Mayor reproducido abajo, no tiene otro valor que testificar que hubo voces, como la del Embajador Julio Vargas Prada y la de quien suscribió el EEM y lo entregó personalmente en la Mesa de Partes del entonces Ministerio de Marina y otras cedes, que alertaron sobre los errores y pidieron tomar acción. Lamentablemente la demanda legal fue tardía y buscó justificaciones más que reivindicación. Capitán de Navío (r) Luis Javier Artieda Carpio Firmado San Borja, 12 de Febrero 1985 ESTUDIO DE ESTADO
MAYOR Asunto: Problemas derivados de la
mediterraneidad de Bolivia, sobre las relaciones
Internacionales de Perú, Bolivia y Chile. 1.- Problema.-
Estudiar los problemas derivados de la mediterraneidad de Bolivia, la
incidencia de ellos en la vida política peruana a nivel frontera, cuenca
hidrológica, mar territorial, Grupo Andino, Sud América y enunciar
recomendaciones para la fijación de objetivos nacionales en ese respecto así
como las políticas apropiadas. 2.- Supuestos.-
a.- Chile solo llegará a un acuerdo con
Bolivia si ese acuerdo satisface la pretensión chilena de estabilizar los
territorios conquistados en la guerra del Pacífico mediante un sustento
geográfico interior con suficiente agua. b.-
La conquista de territorios bolivianos y peruanos en 1879 fue posible
por la baja densidad poblacional y
poca atención dada por Perú y Bolivia a esas áreas. c.-
Bolivia no cejará en su intento por conseguir una ‘Salida Soberana al
Mar’. 3.- Hechos que influyen en el problema.- a.-
Hasta hoy todos los planteamientos importantes al respecto, parten de
la premisa de entregar territorios anteriormente peruanos; pero dichos
territorios están sujetos a disposiciones consignadas en el tratado de paz
entre Perú y Chile. Esos dispositivos obligan a Chile a consultar con el Perú
sobre cualquier decisión a ser adoptada sobre esos territorios. b.-
Arica y Tarapacá son territorios desérticos sin recursos hídricos. c.-
La frontera marítima entre las aguas territoriales peruano-chilenas ha
sido fijada por el uso y la costumbre (no existe acuerdo de límite entre los
dos países) siguiendo la línea del paralelo geográfico correspondiente al
punto en que la ‘línea de la concordia’ toca el mar de acuerdo al tratado de
1929, dicha forma ignora la inflexión descrita por la línea de costa
(litoral) en esa área y favorece a Chile pues sinrazón alguna entrega
a esa nación parte del mar territorial peruano. d.- El
contrabando de artículos de todo género que llega al Perú vía Arica afecta la
economía nacional. e.- La vida
económica de Arica y buena parte del norte chileno depende en gran medida del
comercio lícito o ilícito con Perú y Bolivia. f.- Chile ha
dejado el Pacto Andino. g.- Chile
tiene dispositivos aduaneros muy rígidos para todo artículo proveniente de Bolivia o Perú,
especialmente los alimenticios. h.- El
comercio ilícito ha originado un polo de atracción para la población del
altiplano peruano y boliviano que ha distorsionado la realidad poblacional de
Tacna afectando su economía. i.- La
ancestral frugalidad del Kolla y su capacidad para efectuar trabajos duros
con bajos niveles de remuneración los convierte en vehículo providencial de
la corriente incontenible de contrabando cuyo destino es, desde hace mucho,
Lima y otras ciudades peruanas más al norte. j.- El Perú
está ligado a Bolivia en multitud de formas y muchos de los objetivos y metas
de ambas naciones son comunes y otros complementarios. k.- Una
Bolivia débil agiganta apetitos ajenos. l.- Abrir
las fronteras a la binacionalidad HOY, fortalece el Pacto Andino. m.- Chile se opondrá a cualquier intento de
unificación de Perú y Bolivia. n.- La
unificación resolvería el problema de mediterraneidad de Bolivioa. o.- Chile
cuenta con apoyo internacional muy poderoso por su clara posición Geopolítica
de Nación Periférica que posee el control de un paso interoceánico muy
importante. 4.- Discusión.- a.- La
interrupción por Bolivia (antes del inicio) de las conversaciones pactadas
con Chile, con mediación colombiana, y sobre todo los motivos aludidos por el
gobierno boliviano pones de manifiesto una clara madurez política alcanzada
por la nación altiplánica, pero sobre todo relievan una vez más que cualquier
solución o problema entre nuestros dos vecinos pasa necesariamente a través
de Torre Tagle, y, siempre con incalculables proyecciones para nosotros; aun
cuando el nombre del Perú no haya sido especialmente citado en ninguno de los
comunicados publicados araiz de la fallida reunión. Ello, no obstante, debe
hacernos entender que el problema seguirá latente y solo podrá considerarse
solucionado cuando esas dos entidades nacionales, absolutamente disímiles,
encuentren un escape a sus objetivos nacionales. Bolivia no renunciará a
poseer una salida soberana al Pacífico y lo intentará por todos los medios a
su alcance; aunque es de anotar que sus posibilidades de éxito en esa empresa
parecen remotas, sobre todo teniendo en cuenta que Chile no cederá en su
posición salvo por la fuerza. Chile ha
manifestado cierta disposición a llegar a un acuerdo siempre que ello vaya
acompañado de “COMPENSACIONES TERRITORIALES” equivalentes a los territorios
devueltos, incluido el correspondiente mar territorial. Según su punto de
vista, la cesión territorial con derechos indiscutidos e indiscutibles
debería ser compensada con una porción del territorio boliviano que
conservara, en el momento de la cesión y para siempre, los derechos
territoriales que posee en la actualidad.
Es decir que siendo territorios altiplánicos, deberán conservar el
derecho a la participación en la cuenca acuífera a la que pertenecen. En
otras palabras, Chile busca, con seriedad, establecer derechos sobre las
aguas de la Cuenca del Lago Titicaca. Los
motivos son transparentes, el Norte conquistado a los derrotados de 1879 está
constituido por desiertos difíciles de revalorar, a los cuales hay que
abastecer de todo tipo de alimentos y en los que hay que desarrollar una
economía ficticia para fijar población aun no lugareña. El equilibrio
poblacional es precario pues no es posible aumentar el número de habitantes
dadas pobres condiciones del territorio; mientras ello no sea logrado su
posesión será siempre costosa y precaria. La
minería, tradicional soporte económico de esa zona, atraviesa por etapas de
debilidad y no se espera una sostenida recuperación en el futuro. Contra
esta situación, Chile ha incentivado el ‘contrabando’ hacia Perú y Bolivia,
esto afecta a los dos vecinos pues ha producido migración Aymara hacia los
desiertos de Arica, Tarapacá y Atacama. En estas condiciones cualquier
política de control, por parte de los vecinos del Norte y Este, generará
(como en el pasado) motivos de intervención por supuesta defensa de intereses
geopolíticos de una población ancestral agredida económicamente. Por
otro lado, el comercio ilícito incentivado por Chile. Es uno de los factores
escondidos y no convenientemente estudiados de la migración interna del Ande
hacia las ciudades de la Costa; para la población andina, obligada a un
heroico esfuerzo, es un medio de paliar los males impuestos por las sequías,
la altura y el clima gélido. Chile
siempre verá esos problemas con óptica de su exclusivo interés, así lo
demostró al abandonar el Pacto Andino. Sin embargo, lo veremos volver a él
cuando las condiciones le sean beneficiosas. b.-
Considerando: que el objetivo nacional boliviano lleva a ese Estado hacia el
‘mar’ casi a cualquier costo, que Chile aprovechará cualquier coyuntura
favorable para hacer de ese deseo un triunfo propio, que esto afectaría el ‘statu quo’, Perú debe considerar la
autorización del tránsito libre para Bolivia a través de puertos del Sur. c.- Por otro lado, no existe impedimento importante
para llegar, con Bolivia, a acuerdos cada vez más estrechos de ‘doble
nacionalidad’, incentivación de inversiones para alentar las economías de los
departamentos limítrofes y los puertos cercanos para facilitar cierta
interdependencia que fortalezca a Bolivia y al Sur peruano. Bolivia débil y
aislada será presa de Chile. d.- El poder económico internacional que
secularmente apoya a Chile y que a pesar de desmentidos periodísticos lo
cuenta entre sus aliados más fieles (Conflicto de Malvinas) no desea el
fortalecimiento de naciones continentales pues su hegemonía nace de mantener
a las naciones latinoamericanas en condición de ‘consumidoras’, el
fortalecimiento de los mercados internos del continente afectaría los
consorcios y capitales internacionales. La posición periférica de Chile,
respecto al continente, lo ha convertido secularmente en el aliado sistémico
del capital internacional. Esto hace que el incremento de influencia chilena
sobre Bolivia sea extremadamente pernicioso para esa nación y el continente. En
consecuencia, una gradual pero creciente unificación peruano-boliviana
fortalecerá a las dos naciones proyectando hacia la geopolítica continental
un apropiado aliento revitalizante, en especial al Pacto Andino. Es
claro que Chile opondrá objeciones de todo género y tendrá apoyo
internacional de quienes lo sustentaron en el pasado, por ello el plan
unificador deberá ser anunciado abiertamente y ejecutado por pasos sucesivos
como decisiones de naciones libres. El
trato abierto de la afirmación de lazos será saludado por la comunidad
latinoamericana, especialmente por los integrantes del Pacto Andino que verán
en ese acto una revitalización del Pacto. e.- En las proposiciones fallidas, presentadas por
Chile, esa nación pretende ser compensada con territorios bolivianos por la
franja terrestre que daría sumada al área de mar territorial correspondiente,
pero el mar que entregaría sería el que nace entre el puerto Arica y La línea
de la Concordia (Tratado de 1929) y los límites de dicho mar ‘cedido por
Chile’ serían ‘el actual límite entre los mares territoriales
peruano-chilenos y la línea del paralelo que pase por el límite Sur del
territorio cedido’ . Analizando
este punto queda claro que la cesión del mar territorial que Chile ofrece a
Bolivia es en su mayor parte de mar territorial peruano, que por desidia e
ignorancia jamás reivindicó Perú y, que nadie con responsabilidad en el área
marítima supo o quiso plantear. El
área referida es un gran triángulo de más de 56357 km2 de mar
territorial que, la incuria de los responsables de defender el interés
nacional nos ha hecho perder hasta hoy. Dicho
triángulo es de una dimensión mayor que la de los siguientes países del
mundo: Kuwait
15540 Km2 Líbano 10400 Km2 Honduras Br.
22963 Km2 Chipre 9251 Km2 Malvinas
11961 Km2 El Salvador
21393 Km2 Haití 27750 Km2 Israel 20700 Km2 Para
efectos de análisis más acucioso con su impacto sobre implicaciones
estratégicas y de defensa muy importantes debe verse el Anexo 2 de este
estudio. 5.- Conclusiones.- a.- Es inadmisible cualquier apetito ajeno sobre la
cuenca del Titi Caca, se debe mantener a Bolivia como nación filo-peruana o
integrada con el Perú. Se debe mantener abiertos y si posible bajo control
los caminos del comercio continental con Paraguay, Brasil, Uruguay y
Argentina a través de Bolivia. b.- El
comercio ilícito a través de la frontera con Chile debe ser erradicado
totalmente, deben concertarse convenios para lograr la cooperación boliviana
en ese mismo sentido para eliminar esa agresión económica chilena. c.- Reforzar
vínculos de entendimiento y unificación con Bolivia. d.- Dejar
claro, ante la comunidad de naciones, que los acercamientos entre Perú y
Bolivia obedecen a necesidad, conveniencia y decisión soberana de ambos
Estados y no son instrumento de agresión para nadie. e.- Mantener
el estatus actual, sin presentar reclamación en lo tocante al ‘Triángulo de
Mar Territorial’ (‘A’ en el Mapa del Anexo 1) explotado por Chile pero que
pertenece a Perú, permitiendo que la Comunidad de Naciones considere esa
situación como normal, aceptada por Perú y que el tiempo sancione el
derecho contra Perú, es un gravísimo error y una responsabilidad histórica
que estigmatiza a todo aquel que ha pecado por ignorancia y omisión.
Capitán de Navío (r) Luis Javier
Artieda Carpio
Firmado |
ANEXO (2) al Estudio de Estado Mayor
12 de Febrero 1985 Asunto: Frontera marítima entre Perú y Chile –
Consideraciones derivadas de la extensión del Mar Territorial hasta 200
millas. Apéndice: Anexo 1 – Croquis. La
extensión del Mar Territorial hasta el límite de 200 millas modificó la
situación de nuestra frontera marítima con Chile, ello sin embargo no pareció
ser considerado por aquellos que sancionaron los dispositivos internos al
respecto; tampoco se advirtió internamente que al fijar la frontera externa
en 200 millas sin acordar el tratamiento apropiado con los países vecinos se
ponía las bases de futuros problemas de pronóstico reservad, hoy en los
inicios de 1985 no parece que el Perú Oficial haya descubierto el problema.
Sin embargo dejo constancia que personalmente y en mi nivel vengo llamando la
atención sobre ese particular desde hace mucho tiempo sin haber sido
escuchado, lo hice patente en la Escuela Superior de Guerra Naval al hacer el
curso de Comando y Estado Mayor en 1975, luego en el CAEM en el curso de
Defensa Nacional en 1979, también en diferentes oportunidades y documentos
que hube de escribir mientras era Oficial De Marina activo. El
croquis del Anexo (1) explica gráficamente la situación de la frontera
marítima con Chile y pone de manifiesto que las áreas denominadas, en el
croquis, “A”, “B”’ “C” son áreas de mar sobre las que tenemos títulos
jurídicos suficientes para disfrutar de ellas en forma excluyente y sin interferencia
de nadie, en particular de Chile que al compartir con Perú la tesis de las de
‘200 Millas de Mar Territorial’ ha sido más que meticuloso en sus
reivindicaciones sobre estas áreas cuando se ha tratado de problemas de pesca
y también cuando sugirió y logró un acuerdo entre Marinas de Guerra para la
restricción del tráfico de fuerzas navales en las inmediaciones de la
frontera marítima así trazada. La
tesis de la Frontera Marítima que sigue la dirección del ‘Paralelo
Geográfico’ que pasa por el punto en que la ‘Línea de la Concordia’ toca el
mar es a todas luces absurda y no merece otro comentario que el siguiente:
“En la definición de líneas de frontera que están y estarán siempre afectadas
por la realidad geográfica y geológica de las tierras adyacentes o cercanas,
ellas (las líneas de frontera marítima) deberán siempre definirse con acuerdo
de las altas partes interesadas y, sobre todo, estableciendo con
meticulosidad el interés de ambos contratantes para, a partir de estos,
establecer la línea de equidad”. Desde
la definición de las 200 millas, el Perú ha aceptado que la línea fronteriza
está definida por el ‘Paralelo Geográfico’ en vez que sea definida por la
‘Bisectriz del Angulo’ formado por las ‘Líneas Promedio de costa de ambas
naciones’ adyacentes a la línea fronteriza terrestre. En el caso de la
frontera peruano-chilena, el ángulo entre las ‘líneas promedio de costa’ es
de aproximadamente 128o y, en consecuencia, la línea de ‘equidad’
o bisectriz es aquella que estaría separada de ambas líneas de costa por 64o,
mientras el ‘paralelo geográfico’ deja a Perú 36o y a Chile 92o. La
consecuencia directa de esta absurda distribución es que Perú, hasta hoy,
acepta y da a Chile la posibilidad de retener un área de 36,075 Km2
correspondientes al triángulo marcado “A” en el croquis y adicionalmente deja
internacionalmente en entredicho los derechos peruanos sobre los triángulos,
marcados en el croquis, “B” y “C” cuyas áreas respectivas son 12,600 Km2
y 7,700 Km2. En consecuencia, sin razón alguna Perú ha renunciado
ha renunciado, por omisión de los responsables de la defensa de sus derechos
y de su integridad, a más de 56,375 Km2 de su Mar Territorial.
Cualquier tipo de acuerdo que sea establecido a partir de hoy tendrá para
siempre el estigma de requerir, para su establecimiento, que Chile renuncie
voluntariamente a un área que ha disfrutado por años con la aquiescencia
ignorante o pusilánime de quienes de quienes debieron cautelar los intereses
y bienes nacionales. La
consecuencia de esta absurda situación de hecho son así mismo graves en el
campo de la Defensa Nacional y para la Estrategia Naval, pues basta constatar
que el puerto peruano ‘Ilo’, al Sur del litoral, dista 85 Km en línea recta
al punto más cercano de la frontera marítima actual, mientras que su
distancia a la ‘línea Bisectriz’ es de
130 Km; a ello debe agregarse que la frontera actual da clara ventaja en lo
referente a ‘rumbos de aproximación’ para un eventual raid agresivo desde la
frontera. Si a ello se suma el acuerdo de la Marinas (peruana y chilena) para
restringir sus tráficos de fuerzas navales de cierta magnitud a distancia
determinada de la línea divisoria de los Mares Territoriales, debemos aceptar
que nuestra posición estratégico-táctica, al inicio de cualquier eventual, no
deseado, conflicto será de desventaja. Debemos aceptar, así mismo, que ello
es por incuria de nuestras estructuras de defensa y diplomacia. La
situación actual debe ser modificada de inmediato, mediante un serio,
inequívoco e insoslayable planteamiento para el establecimiento de la ‘Línea
Fronteriza del Mar Territorial’ que no ha sido discutida hasta la fecha. Capitán
de Navío (r) Luis Javier
Artieda Carpio
Firmado |